Los colegios electorales han abierto a las 8:00 hora local
Uruguay celebra este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Las encuestas dan una pequeña ventaja al candidato de centroizquierda y opositor Yamandú Orsi, que se enfrenta al candidato conservador de la continuidad, Álvaro Delgado, que cuenta con el respaldo de la tercera fuerza de la primera vuelta.
El alto índice de los precios, los impuestos y el aumento de la criminalidad son algunas de claves de los comicios en este país de 3,4 millones de habitantes. Según los datos oficiales de la Corte Electoral, las urnas recibirán, entre las 08:00 y las 19:30 horas (12:00 a 23:30 hora peninsular española), los votos en los 7.225 circuitos de votación distribuidos en los 19 departamentos (provincias) del país, que decidirán al presidente para el periodo 2025-2030. Se espera que las primeras proyecciones lleguen dos horas después del cierre de las urnas.
Al igual que ocurrió en la primera vuelta de octubre, el voto es obligatorio (tal como lo marca la Constitución Nacional) y quien no acuda a las urnas será multado.
Los 2.727.120 ciudadanos habilitados para votar elegirán entre una de las dos fórmulas: la del oficialismo (Álvaro Delgado y Valeria Ripoll) o la de la oposición (Yamandú Orsi y Carolina Cosse). Para convertirse en el sucesor de Luis Lacalle Pou al candidato ganador le bastará con obtener una mayoría simple.
Yamandú Orsi, que ha prometido un enfoque político de "izquierda moderna", obtuvo el 43,9% de los votos en octubre para el Frente Amplio y se enfrenta a Álvaro Delgado, que consiguió el 26,8%, pero también cuenta con el respaldo del conservador Partido Colorado que junto a su Partido Nacional sumaron casi el 42% de los votos. Los dos partidos hicieron lo mismo en 2019, ganando las elecciones.
El candidato opositor ha intentado tranquilizar a los uruguayos asegurándoles que no planea un cambio brusco de política en esta nación tradicionalmente moderada y relativamente rica. Delgado, por su parte, ha pedido a los votantes que "vuelvan a elegir a un buen gobierno", tratando de aprovechar la popularidad del presidente Lacalle Pou, que constitucionalmente no puede presentarse a la reelección inmediata.
Ninguna de las dos coaliciones tiene mayoría absoluta en la Cámara Baja tras las elecciones de octubre, pero el Frente Amplio de Orsi obtuvo 16 de los 30 escaños del Senado. Orsi argumenta que su mayoría en el Senado le sitúa en mejor posición para dirigir el próximo gobierno.
Ambos contendientes esperan atraer a aproximadamente el 8% de los votantes de la primera vuelta que se decantaron por partidos más pequeños y no alineados, así como a los que no acudieron a las urnas en octubre. Pero ninguno de los dos ha hecho nuevas promesas en las últimas semanas para atraerlos, y los encuestadores dicen que el debate televisado del 17 de noviembre parece haber tenido poco efecto.
Los votantes, perjudicados por la inflación y el alto coste de la vida, han castigado a los partidos en el poder, incluso en Reino Unido, Japón y Estados Unidos. Sin embargo, la solidez de la economía uruguaya podría ayudar a Delgado.